17 de Abril de 2024 | Medellín, Antioquia | Cristin Serrano, Periodismo UCN.
En un acto sin precedentes de unidad y propósito, más de 2500 jóvenes líderes adventistas se congregaron en Santa Marta, Colombia, para participar en el Segundo Campamento Escuela, organizado por la Unión Colombiana del Norte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Este evento trascendental no solo fue una oportunidad para el crecimiento espiritual y el intercambio de conocimientos, sino también un testimonio viviente de la capacidad de la juventud para marcar una diferencia positiva en el mundo.
El campamento se desarrolló en dos ubicaciones clave: la finca La Floresta y la villa Olímpica, esta última gentilmente prestada por el Instituto Nacional de Recreación y Deporte en Magdalena. Con cinco escenarios deportivos disponibles, los participantes pudieron disfrutar de una amplia gama de actividades deportivas de alta calidad.
"Este campamento no fue solo una reunión, fue una manifestación del poder de la juventud adventista", expresó Mauricio Buitrago, director de jóvenes de la Unión Colombiana del Norte. "Vimos a jóvenes provenientes de todos los rincones de nuestro país, unidos por un propósito común: fortalecer su fe y capacitarse para liderar con excelencia en sus comunidades".
El evento no se limitó a las actividades dentro del campamento, sino que se extendió a los barrios cercanos, donde los jóvenes llevaron a cabo acciones de servicio y testificación, dejando una huella de amor y compasión en cada vida que tocaban. Entregaron literatura adventista, ofrecieron oraciones y brindaron ayuda práctica a quienes más lo necesitaban.
La fe y la determinación de los participantes se vieron reforzadas por un milagro notable: a pesar de la sequía que afectaba a la región, el suministro constante de agua en el campamento se interpretó como una señal de la presencia y el favor de Dios.
"Este campamento fue más que una experiencia, fue un encuentro con el poder transformador de Dios", compartió el Pastor Miranda, Director Asociado De Ministerios Juveniles de la División Norteamericana. "Vi a jóvenes salir renovados, equipados y listos para impactar el mundo con el amor de Cristo".
Líderes juveniles presentes en el campamento compartieron sus impresiones sobre la experiencia. Lorena Torres del Distrito Central de Valledupar de la Asociación de la costa atlántica comentó: "Este campamento fue un faro de esperanza en un mundo oscuro. Nos capacitó para enfrentar los desafíos con fe y valentía".
David Pérez, líder juvenil de la Asociación Sur Occidental, agregó: "Fue un espacio perfecto para conocer nuevos amigos, reencontrarse con viejos amigos de otros lugares y encontrarnos con Dios. Todo fue un crecimiento, no solo espiritual, sino también físico y en cómo nos relacionamos con otras personas".
"Elegidos; para salvar de pecado y guiar en el servicio", esta frase encapsula el propósito y el espíritu que animó a cada joven líder durante el campamento. El Segundo Campamento Escuela dejó una marca indeleble en los corazones de los participantes, quienes regresaron a sus comunidades inspirados y empoderados, listos para ser agentes de cambio y portadores de luz en un mundo que tanto lo necesita.
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